Film con elementos de picaresca. Una prostituta, luego de perder a su novio, busca sobrevivir en la ciudad de Roma, en distintos episodios se vuelve al deseo de encontrar en una pareja al verdadero amor. Como todo film de Fellini, el drama y la comedia habita por igual, y se vas neutralizando cuando se exacerban una a la otra.
ANÁLISIS - EL GROTESCO ESTABILIZADO.
La escena de la Iglesia, Cabiria, sus amigas prostitutas y el ex-narco tullido van a pedirle a un santo en una procesión. El gran mérito de la escena es como el patetismo de algunos de los personajes se enarbola con el grotesco de la fe como comercio y como la desesperación impide verlo. Con solo ver la toma 5, el megafono por donde la procesión avanza es más que elocuente:
3 LÍNEAS NARRATIVAS HACIA EL PATETISMO
Ya habiendo aclarado el contexto grotesco de el parlante, las luces electricas del Ave María, el comercio de velas cortas, medianas y largas, el besar la imagen y limpiar la saliva, etc, etc. Frente a este espacio vil tenemos 2 vertientes: los pobres y ancianos, desesperados por encontrar la salvación (sea en la Tierra o en el Cielo) y la troupe de Cabiria. En esta troupe habrá tres formas de patetismo donde una no caerá completamente: Cabiria.
LA AMIGA DE CABIRIA: empieza prometiendo pedir por su amiga y luego prefiere tener un auto o una casa. Tan hipócrita es en su deseo que no duda es besar la imagen del santo babeada por los besos de otras personas con el fin de acceder a su deseo (aúnque intimamente sabe que es una farsa).
EL TULLIDO: comienza como drama y en un estado de sinceridad, de postración religiosa se deja abrumar por las muletas colgadas (y por la promesa de sanación). Hasta ahí se parece a la conversión de Cabiria. Pero su desfallecimiento físico, su cansacio y miedo muestran la incapacidad de acceder al mundo espiritual. Tal vez por torpeza o falta de capacidad de análisis, comete un patetismo de soltar sus muletas y caer. Claro que el grotesco está en que la toma siguiente esta recostado comiendo, olvidandose de sus acciones y la imagen que ha dejado de si mismo.
CABIRIA: la única cuyo drama se sostiente hasta el final. Por la vela pedirá salvación, también se asombrará de las luces del Ave Maria, se le apagará la vela y la volverá a prender, llorará, alabará, etc. En vez de besar la imagen del santo, se postrará sobre el altar y besará el suelo. El patetismo que debería afectarla a ella no se produce porque su convicción rompe con el formalismo del negocio de la iglesia. Realiza un acto de entrega no pautado y se libera de la parafernalia de lugar.
Tanto es así que en el picnic, será la única que no coma y mire de espaldas al firmamento, conocedorá de una verdad que el resto no pudo acceder ni tenía intenciones, solo buscaban resultados físicos y no la salvación del alma.
Próxima Película - E LA NAVE VA de Federico Fellini
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