Film de terror en la guerra fría. Donde el monstruo u
enemigo es una metáfora o alusión al miedo del aleccionamiento comunista. The
Blob, un ser esponjoso rojo absorbedor e indestructible venido del espacio exterior
que se alimentará de los habitantes de un tranquilo pueblo de Estados Unidos.
TOMA TOTALIZADORA – SI
NO VEO AL MONSTRUO NO EXISTE
No elegí ninguna escena en particular sino la dinámica de
los diferentes arquetipos dentro de la estructura social del pueblo: la policía,
la juventud, los granjeros, etc, etc. Entre todo esto, la figura de Steve
Andrews intentando demostrar la existencia de un peligro indestructible. A todo
esto, el film es pésimo.
NO VEO A NADIE, EL MONSTRUO
EXISTE
El gran mérito en esta película anodina es la creación y corporización
del peligro. Steve Andrews cree y afirma la existencia de un peligro, peligro
que nadie ve, ni aún con las sospechosas desapariciones de sus propios
ciudadanos. The Blob existe y se escurre entre la incredulidad de la gente.
Pero su presencia, inquietante y permanente, se hace patente cuando Steve
Andrews descubre distintos espacios de la ciudad donde no hay personas que lo
habiten. The Blob los ha ido absorbiendo frente al descreimiento de la población.
El terror está en la culpabilidad de una sociedad que hace oídos sordos al
llamado de alerta o auxilio de sus propios ciudadanos insatisfechos con la
estructura que se les planta. Una ciudad progresivamente vacía da cuenta de un
mecanismo instalado de destrucción calculada y mecanizada frente a la
inmutabilidad de la sociedad.
Próxima Película – FIEND WITHOUT A FACE de Arthur Crabtree
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