domingo, 28 de diciembre de 2014

Análisis Nº114 - My Man Godfrey (1936)


Film humorístico que tiende a una sutil crítica social de los años posteriores a la Gran Depresión. Un hombre llamado Godfrey, pudiente y caído en desgracia, se convierte en mayordomo de una familia en crisis. Todo termina saliendo bien, todos aprenden las lecciones morales pertinentes y sólo queda la unión feliz de los protagonistas para el happy ending.

EL MUNDO QUIERE EL HAPPY ENDING

Última escena del film, Irene Bullock se lanza a la caza de Godfrey, de quien está enamorado y es correspondida. Pero Godfrey, por edad y temor a sufrir nuevamente, intenta denodadamente evitar esta unión. Todos los personajes alrededor de Godfrey se asociarán al torbellino que es Irene en su deseo de un happy ending (de ella y de los espectadores para dar cierre el film).





MIRAME A LOS OJOS Y DIME QUE NO ME AMAS
 
La escena está separada en 4 secciones claras:
1. Llegada de Irene, sorpresa de Godfrey con una actitud evasiva a las indirectas o, más bien, claras directas de Irene para vivir con Godfrey.
2. Godfrey enfrenta a Irene y le pide que se vaya, para luego ablandarse y preguntarle porque ha hecho eso. Al no poder mentirle con que no la ama, Irene vence este conflicto.
3. Solucionada la reciprocidad, aparece el muchacho de los mandados y un juez para casarlos, Godfrey, mareado se encamina a un nuevo matrimonio.
Como detalle de color, el socio de Godfrey, se alía con Irene para lograr torcer la decisión de su socio. Este personaje es una pieza demagógica del relato, dice lo que los espectadores desean y actúa en consecuencia con ese deseo, olvidando o torciendo sin romper la propia lógica de su existencia.

 Próxima Película –  RIFIFI de Jules Dassin

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