lunes, 1 de diciembre de 2014

Análisis Nº94 - I Known where i`m Going (1945)

 
 
Una mujer llamada Joan se va a casar con un terrateniente de una isla de la zona de Escocia. Frente a una tormenta se ve obligada a esperar en tierra firme y a comunicarse con los lugareños. En esto conocerá a Torquil, un aristócrata de la zona venido a menos.
 
VUELTA DE TUERCA Y RESIGNIFICACIÓN
 
Como suecede en Peeping Tom, la tanda Powell y Pressburger definen la situación final de nuestro protagonista revelandonos su verdadero temor. El fantasma o maldición sobre la familia de Torquil se ve concretado en el paseo que realizará este por el castillo abandonado.


 
LA PESADILLA REVELADA Y LA SALIDA DE LA MISMA
 
Pero como pasa en Peeping Tom Torquil es llevado por una voz no-diegética que narra lo acontecido en el castillo y da la impresión que el mismo es una trampa mortal que reboza venganza y desea la sangre de Torquil. Este patea una roca en el lugar donde se ahogaron muchos antepasados. Toda esta presentización del pasado, ese control absoluto deviene en un happy ending donde la maldición es quedar aferrado a una mujer que ame. En sí la "maldición" se cumple a rajatable ya que el mundo se organiza para la inmediata concreción de la "maldición".
La belleza de esta escena es la definción psicológica que sufre Torquil al aceptar el final de su casa y de su ser y abrazar el pasado para hacerse con él. Ya no hay nada por lo que luchar ni nada que reformular, simplemente aceptar la cadena que lo une con la isla, su historia y destino. El happy ending es conveniente dado el tono del film resiginificando la travesía como una forma de descubrir interiormente lo realmente importante, el amor.

 Próxima Película – ALL THAT HEAVEN ALLOWS de Douglas Sirk

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