Un obispo de una ciudad se casa con una mujer mucho más joven que ella. La madre de esta es acusada de brujería y quemada en la hoguera. La esposa del obispo comienza a actuar de maneras extrañas, pensando que posee los poderes que le acusaban a su madre. Engaña al Obispo con su hijo y supone que ella ha producido su repentido deceso.
EL VIENTO NO TIENE OPINIÓN SINO MOVIMIENTO
En la escena el Obispo ha ido a realizar la extrema unción a un enfermo terminal. La esposa continua engañandolo con su hijo frente a la mirada desaprovadora de la madre, en una noche oscura con un viento sibilante.
EL VERDADERO MOTOR: LA NOCHE OSCURA
El obispo es el único que se enfrenta a este ser/concepto, el viento lo atraviesa en una noche oscura y el obispo pierde su confianza en los poderes que ha vertido su fe. Los otros tres personajes, la madre, el hijo y la esposa están cómodamente resguardados en la tranquilidad de la casa. Lo interesante es la evasión que cometen cada uno para no enfrentarse al mismo ser que el obispo se encuentra enfrentado. La madre realiza una acción mecánica, esperando la llegada de su hijo y, de alguna manera, continuación de ella misma. La esposa y el hijo el Obispo se encuentran apresiando el carácter sexual que genera una pausa para el otro horror. Pero es tán intenso y totalizador la noche/viento/muerte que este amor o deseo sexual sólo evidenciarán un vaciamiento de sentido: no hay amor, solo unión frente al miedo.
Próxima Película – 124 - ORDET de Carl Theodor Dreyer
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